viernes, 20 de abril de 2012

Javier Negrete – La amada de los dioses (2003)



«Aquel a quien los dioses aman muere joven» - Menandro, fragmento 111

Dije que Javier sería el primero en repetir por triplicado en el blog y, para que veáis que a veces cumplo mis promesas, así ha sido. Y con una novela bastante inusual, por otra parte.

Desde que existe la literatura, existe la literatura romántica (en el sentido más noño del término) y de amor. Y poco después de que surgiera ésta, nació ya su hermana censurada, la literatura erótica (ahí tenemos la poesía de Safo, de hace más de dos milenios), que siempre ha sido un poco marginada… Hasta que se publicó Lolita, de Nabokov, y Kubrick la adaptó al cine, el género no logró llegar a un público mayor y gozar de una aceptación más general. Y aún entonces, muchas veces se considera que los que leen obras eróticas son unos salidos (algunos lo son, desde luego… Yo, sin ir más lejos); entre otras cosas, porque muchas veces se confunde literatura erótica con pornográfica. Pero desde luego, es innegable que en el género hay auténticas joyas, y hoy quería descubriros una de ellas.

En 2003 el premio La Sonrisa Vertical, presidido por Luis García Berlanga y entregado a la mejor literatura erótica, declara finalista a esta novela de Negrete ambientada en la Grecia clásica, y decide publicarla. Si bien no logró el primer premio, sin duda lo habría merecido. En la obra Javier entremezcla como solo él sabe hacerlo realidad y fantasía, historia clásica y mitología. La protagonista es Nerea, una joven pastora que es secuestrada por unos piratas y vendida como prostituta, y que debido a su belleza terminará siendo la cortesana más afamada de Grecia.

La historia se estructura en tres partes: "kore", "prone" y "hetaira", que corresponden a la vida de Nerea como doncella, como prostituta y como cortesana. Todo ello, contado a modo de flashback, pues la trama comienza cuando Nerea es juzgada ante un tribunal ateniense por un delito de sacrilegio (concretamente, el de posar desnuda para una estatua de Afrodita), y ella recuerda todos los avatares que la han llevado a esa situación (hay dos partes más, una al principio, "krinomene" y otra al final, "anaitios" que narran estas escenas). En esos recuerdos Nerea desgrana sus encuentros sexuales con hombres y mujeres de toda clase, e incluso con varios dioses: Afrodita, Zeus, Hermes… (más tarde Javier repetiría con el sexo con deidades griegas en Señores del Olimpo y, en cierta manera, en la saga de Tramórea). Las escenas están contadas de la forma más cruda posible, sin escatimar un solo detalle, con lo que se logra una veracidad (y una excitación, dicho sea de paso), increíble.

Por otra parte el estilo, aunque rápido, es muy detallista, e incluso un poco enrevesado a veces, lo que consigue recrear un ambiente perfecto: según vas leyendo te parece haberte transportado a la Atenas del siglo V a.C. La impresión se ve reforzada por la constante presencia o mención de personajes famosos de la época (Alcibíades, Aristófanes, Sócrates, Pericles, etc.) y la buena mano que tiene Javier para los nombres griegos de los personajes.

Y en cuanto al apartado puramente erótico… Espectacular. Sencillamente maravilloso. Solo diré que por culpa de ello es prácticamente imposible leerse la novela de un tirón. Se intenta, sí, pero es muy difícil conseguirlo. Cabe destacar, sin embargo, que el autor de la novela es un hombre; si en otros géneros literarios la diferencia entre uno y otro sexo se puede notar, aquí es más que evidente. Mientras que la literatura erótica escrita por mujeres suele ser (aunque no siempre) más sutil, Javier desarrolla una obra cruda y directa, bastante basta en algunas ocasiones y, sobre todo, que deja bastante poco a la imaginación.

Si no sois un poco, digamos, “liberales”, no os gustará lo más mínimo. Pero si sois abiertos de mente, seguro que os encanta. Desde luego, es una obra maravillosa como iniciación a la literatura erótica.

Allez-y, mes ami!

Buenas tardes, y buena suerte.

---------------------------------------------------------------------------------

LO MEJOR: la forma en que narra las experiencias sexuales de Nerea es sencillamente increíble, especialmente tratándose de dioses. Si tuviera que elegir, me quedaría con la escena en la que Zeus se acuesta con ella. Y, por otra parte, la presentación que hace Javier del personaje de Sócrates es magistral.

LO PEOR: a veces la historia se sacrifica y simplifica en aras del erotismo. Aunque aquí apenas pasa, es un problema muy común de la literatura erótica, que ralla en lo directamente pornográfico (una amiga me citaba el otro día a alguien, no recuerdo a quién, que decía que “el porno era erótica sin inteligencia”… Si eso es cierto, desde luego este no es el caso, porque la novela es de una lucidez increíble).

VALORACIÓN: 9,5/10. Creo que la nota habla por sí sola. El libro no ha hecho sino avivar mis ganas por probar suerte con el género (es de los pocos tipos de literatura que, aunque me encanta, jamás he intentado escribir, y creo que es hora de remediar eso).

4 comentarios:

  1. Gran artículo, como siempre. A ver si me pasas algo de Negrete.

    ResponderEliminar
  2. Sigo buscando Salamina. Y mi hermano tiene secuestrado "Buscador de sombras/La luna quieta". Pero en cuanto pueda, algo te paso.

    ResponderEliminar
  3. muy buen libro ademas aviva los sentimientos mas profundos y negros de todo ser humano,hasta convertirlos en realidad.

    ResponderEliminar
  4. Estoy de acuerdo. Me alegro de que te guste, y gracias por pasarte :)

    ResponderEliminar