miércoles, 28 de agosto de 2013

Neil Gaiman – Neverwhere (1996)



 “Voy a ir a casa. Todo volverá a ser normal. Y aburrido. Y maravilloso.”

Hace poco hablábamos por encima de Neil Gaiman cuando reseñé aquel Buenos presagios que firmaba junto con Terry Pratchett. No me entretuve mucho en su figura, y tampoco lo haré ahora; baste decir que es un conocido autor británico capaz como nadie de saltar de una prosa sarcástica e inteligente (al estilo de su amigo Terry) a otra prosa igual de sarcástica e igual de inteligente para un público más joven (al estilo de su no-amigo-porque-está-muerto Lewis Carroll).

Conocido por la chaqueta de cuero siempre en ristre, la melena enmarañada y el look gótico, es el autor que se esconde detrás de la magistral The Sandman (que por lo que he leído por ahí es para muchos uno de los mejores cómics de la historia), y de varias obras que luego llegarían a la televisión, como Stardust o Coraline. Es innovador, se le da de fábula desarrollar historias y colaborar con otros autores y es británico. No se le puede pedir más a un escritor.

jueves, 22 de agosto de 2013

Manuel Chaves Nogales - A sangre y fuego (1937)


Y murió batiéndose heroicamente por una causa que no era suya. Su causa, la de la libertad, no había en España quien la defendiese.

Así termina uno de los mejores libros sobre la guerra civil española. Y la verdad que el autor no es demasiado conocido ni reconocido. De hecho hace unos pocos años se empezó a recuperar su obra del olvido.

Ya en su momento escribí sobre el periodista y escritor Chaves Nogales, concretamente de su ensayo histórico La agonía de Francia. Demostró ser un observador atento y poseer gran talento para el relato de historias. ¿Cómo es posible que haya caído en el olvido un escritor así? La respuesta es simple, no interesa. No interesa la obra de un hombre que murió en el exilio en Londres, mientras unos le consideraban un enemigo del régimen y otros un traidor a las ideas revolucionarias que nunca compartió, mientras veía que la democracia que deseaba se volvía una utopía por el momento.

domingo, 11 de agosto de 2013

Javier Negrete – La mirada de las furias (1997)



 “Una bala ha sido por Urania y la otra por el Turco. Al final he descubierto que hay que rendir cuentas, Amara. Y la última… La última es para terminar lo que empecé hace más de veinte años”

Siempre he reivindicado (y siempre lo haré) la figura de Javier Negrete como autor de ciencia ficción. A pesar de haberse movido en multitud de géneros, y de haberse centrado en los últimos años en obras con tinte más histórico (incluyendo varios ensayos magníficos), en la ciencia ficción es donde se le nota más despierto y cómodo, y lo ha demostrado en obras tan dispares como Buscador de sombras, La luna quieta, Estado crepuscular o el desenlace de la saga de Tramórea (por ese orden en cuanto a calidad ascendente se refiere, opino yo).