miércoles, 12 de marzo de 2014

Boris Vian – Escupiré sobre vuestra tumba (1973)



 “Los del pueblo le colgaron igual, porque era un negro. Su pantalón seguía formando en la entrepierna un bulto irrisorio”

A pesar de estar, como decía en mi última crítica, enfrascado en una temporada de lectura distópica, el otro día cayó este libro en mis manos y, dado que era bastante breve, no pude sino echarle un vistazo. El título, he de reonocerlo, me encandiló bastante. Y ver que fue una obra prohibida en algunos lugares por “violenta, pornográfica y descarnada” me hizo pensar que me gustaría.

Y... la verdad es que no. No me ha gustado Boris Vian. Desde el prefacio, donde él mismo explica en tercera persona (publicó la novela con pseudónimo en su día) la forma en que fue escrita, y los problemas a los que tuvo que enfrentarse, me pareció un tipo un tanto prepotente y pagado de sí mismo, algo que el estilo a la hora de narrar no hizo sino confirmárseme.

La historia se centra en torno a Lee Anderson, un negro que parece blanco (se supone que tiene una octava parte de negro, o eso dice, y en su familia hay quien tiene aspecto de negro y quien no), que planea una brutal, terrible y despiadada venganza contra los blancos ricos en general, escogiendo un blanco al azar, después de que uno de esos blancos ricos asesine a su hermano (“el chico”, como le llama toda la novela).


Para ello, Anderson se mudará a otra ciudad-pueblo-lo que demonios sea de Estados Unidos, y empezará a trabajar de librero, mientras conoce gente y va gestando, lentamente, su maquiavélico plan, tomándose su tiempo en preparar el terreno.

El comienzo de la historia no tiene un arranque especialmente fuerte, y se hace demasiado denso y lioso durante el primer capítulo como para enganchar. Va cogiendo ritmo poco a poco, bien es cierto, y mientras se desarrollan escenas de un exasperante costumbrismo, se va gestando la tragedia final que cuando llega supone un golpe al lector de enorme fuerza.

El mayor problema viene por el hecho de que resulta imposible conectar con el protagonista. Dando tan pocos y tan sesgados detalles sobre su historia, y por qué planea esa venganza, tardas en poder ponerte de su lado, o en su contra, y cuando estás en disposición de hacerlo, llevas demasiado tiempo leyendo durante página tras página cómo se emborracha y fornica con todo lo que se le pone por delante... y ya no te interesa demasiado su venganza.

Lo mismo ocurre con el resto de personajes, de los que no puedes apenarte, o encariñarte. Sí, hay escenas narradas con excelente talento, pero en general están llenas de personajes vacíos o poco esbozados, que parecen una excusa para hacer pasar el tiempo... Muchos de ellos, de hecho, tienen una aparición que insinúa que serán importantes, y luego desaparecen por completo del mapa.

Y luego, por otra parte, está el estilo. Vian es un tanto Bukowski, con una prosa directa, seca y poco recargada, muy propia del malditismo americano. Y aunque no es malo, esa soberbia que impregna todo no resulta fácil de digerir: Charles era un genio, y se le permitían las impertinencias y una crudeza egocéntrica. Boris Vian no llega a su altura... y su estilo se puede hacer un tanto cargante. Hay que reconocer, a pesar de todo, que es un estilo que resulta muy fácil de leer, y que tiene un destacado arte para la descripción y la narración ágil.

En general, deja una sensación fría, que no se hace cuesta arriba demasiado al ser tan breve, pero que tampoco ofrece una obra especialmente memorable. Es transgresor, sí, pero tampoco nada del otro mundo.

Allez-y, mes ami!

Buenas noches, y buena suerte.

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LO MEJOR: algunas escenas muy bien narradas y el final. También es muy bueno el trasfondo antirracista que destila de forma constante.

LO PEOR: no me termina de enganchar el estilo, la historia no conecta con el espectador, resulta un tanto repetitivo en la narración cotidiana...

VALORACIÓN: 5,5/10. Tiene puntos interesantes, pero me parece muy mejorable. O quizás no. Como digo, es una especie de Bukowski de segunda fila... y si Bukowski está encumbrado es por su talento para hacer interesante la mierda. Algo que Vian no termina de conseguir.

2 comentarios:

  1. Pues pinta bien por el argumento. Otra cosa es la ejecución.

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  2. Vaya... Ahora sí que tengo que leer Escupiré sobre vuestra tumba. Dos personas a las que tengo en altísima estima admiran bastante a Boris Vian y llevaba tiempo rondándome la curiosidad. Había leído comparaciones con Bukowski que defendían lo que mencionas tú y otras que todo lo contrario. La verdad es que justo ayer leí Factotum y a mí Bukowski me ha parecido que está muy lejos de ser un genio... Así que tengo que seguir leyendo a este y comenzar con Boris Vian, porque estáis cada uno en un extremo de opinión, vaya.

    Muchas gracias por la reseña :*

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