jueves, 7 de julio de 2016

Truman Capote - Plegarias Atendidas (1987)

Quizá sea una oveja negra, pero mis pezuñas son de oro.

Truman Capote era totalmente consciente de su genialidad durante gran parte de su vida. En ella luchó para que fuese reconocida por el gran público y llegar a ser inmortal en las páginas que él escribió. Y lo fue cuando se sacó de la manga un nuevo género. El llamado Nuevo Periodismo que consistía en utilizar las técnicas propias de la ficción para los hechos reales y actuales. De ahí nació A Sangre Fría, la obra que llevo a Truman Capote a la cumbre y al infierno al mismo tiempo.

La literatura mata. La literatura se alimenta de la creatividad de los escritores, de su mente, de su lucidez y de su alma. Y tras ella deja vidas destrozadas y dudas. Algunos elegidos gozan de la gloria pero ella solo compensa tras la muerte. Capote murió solo, adicto al alcohol y dudando de si mismo. Como dice la cita que abre su novela póstuma y le da nombre: Se derraman más lágrimas por plegarias atendidas que por las no atendidas.


Capote publicó entre A Sangre Fría y su muerte una serie de relatos que se enmarcaron en la colección Música para Camaleones. Una autentica gozada vapuleada por la crítica que vio sangre y debilidad en las duras palabras que el propio Capote tenía hacía si mismo. Pero cuando salieron fragmentos de su próxima novela Plegarias Atendidas se desató la tormenta. Ahora su objetivo no se reducía a rebuscar su alma sino también a la sociedad de ricachones despreocupados con los que se codeada y que le aplaudieron hasta ese momento.

La trama se centra en un escritor fracasado de nombre P.B. Jones que rememora su auge y su caída en unas cartas. En ella habla como se aprovechaba de la gente rica al tiempo que describía sus manías - sobre todo sexuales - propias y ajenas. La frivolidad de su vida es reflejada con malicia y alejada de cualquier tipo de glamour. Capote estaba tan obsesionado por reflejar esa parte de la sociedad americana que tantas palmadas en la espalda le había dado  que lastra a la novela en la tercera y última parte. Eso sí, hay que tener en cuenta que no acabó la novela, a pesar de que Capote afirmaba que tenía otros fragmentos terminados que no sé sabe si fueron quemados o escondidos.

Lo verdaderamente interesante es el torbellino psicológico en el que estaba sujeto Capote. Estaban sus dos facetas: la que se autoproclamaba genio y la que se condenaba a latigazos. De P.B. Jones, personajes cn varios paralerismo de si mismo, dijo en boca de uno de sus personajes: Usted no es un artista y si usted no es un artista, al menos debería mostrarse dispuesto a convertirse en un autentico escritor cualificado. Pero hay en usted una carencia de disciplina y unos altibajos tan constantes que me hacen pensar que la profesionalidad no es su fuerte. Y ya que es usted es todavía joven, ¿por qué no piensa usted en otra carrera?

Esa dicotomía nunca vio conclusión por la muerte del protagonista o porque su talento se había secado tras alcanzar el sol como la cera de las alas de Ícaro. Las frivolidades son amenas y entretienen y es divertido ver que el viejo colmillo de Capote podía morder y hacer sangre todavía. La parte romántica, cuya protagonista femenina recuerda a Holly de Desayuno con Diamantes, no está mal planteada pero le falta la conclusión. Una verdadera lástima.

El estilo de Capote se ve sacudido por ciertas irregularidades. El refinamiento se ve contaminado con exabruptos y palabrotas mal sonantes. El tono es decadente y no tiene ningún tipo de reparo ni piedad hacia quien describe por mucho que sea Greta Garbo o Kim Novak. El cinismo de Capote sigue vivo al igual que su acidez. Sobre todo hacia si mismo. El látigo de la genialidad le azotaba sin piedad. Capote volvió a retratarse a si mismo a la perfección como en Música para Camaleones. Puede que no le gustase el retrato y por eso bebió hasta la muerte.

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¿Tengo que leer esto?: Reservado para fans de Capote.

Si tuviera que quedarme con un momento, ¿cuál sería?: Cuando conversa con Denny, un amante homosexual de varios magnates y famosos.

¿Dónde debería leerlo?: Tomando una copa en un restaurante de lujo.

Me ha gustado, ¿dónde hay más?: Música para Camaleones es la obra más similar. El resto de la obra de Capote también es altamente recomendable.


Última posdata
Sigo pensando que si cambio todos los nombres podría publicar esto como una novela. Que coño, no tengo nada que perder. Claro que un par de personas podrían intentar matarme, pero me lo tomaría como un favor.

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